Atónitos nos hemos quedado con las últimas intenciones y comentarios de representantes del gobierno español.
Nos hemos enterado en el mundo de la spinología que nos han puesto en una lista de las llamadas "pseudo-terapias".
De repente nos vemos en un mismo saco junto a otras profesiones , tan respetables como la nuestra, tachándonos de charlatanes y farsantes.
Tenemos que aclarar este tema. Parece que últimamente se lleva lo de mentir sin pudor, inventarse noticias falsas, inventarse estadísticas y hablar sin conocimiento de causa.
Esto último es lo que más destacaría en relación a nosotros, los spinologistas. No se de donde han sacado la información para tales conclusiones, pero desde luego no han buscado (si es que lo han hecho) en el lugar exacto ni tampoco han preguntado a quienes deberían para contrastar la información. Si lo hubieran hecho no nos encontrarías en esta lista de menosprecio. ¿Por qué?
Sencillo, porque la spinología no se define, ni en sus estatutos ni en el código ético de sus profesionales, como una terapia.
La definición de "terapia" es: tratamiento de una enfermedad o de cualquier otra disfunción.
La definición de" tratamiento" es: conjunto de medios que se emplean para curar o aliviar una enfermedad.
La spinología no es una profesión dedicada al diagnóstico, tratamiento, curación o prevención de enfermedades. La formación, el plan de estudios para obtener la certificación como spinologista, no contempla ninguna materia con tales fines.
Más aún, como saben bien los lectores que ya son miembros de algún centro de spinología, toda persona que quiera recibir los servicios de un spinologista acreditado firma previamente un acuerdo en el que queda bien claro que el spinologista no es médico y, por lo tanto, no puede ni debe diagnosticar, tratar o intentar curar enfermedades, males o dolencias.
Por otro lado, he de señalar que un desajuste vertebral (ver entrada previa sobre el tema) no es una patología, enfermedad, mal, dolencia o síndrome. Por lo tanto ¡no se puede diagnosticar! Es una circunstancia en la que una o varias vértebras no encuentran su ubicación ideal ni su movimiento natural complicando el ir y venir de los impulsos nerviosos entre cerebro y el resto del cuerpo. Pero ¡ojo! que está contrastado que el 97,5 % de los mismos no presenta señal o síntoma alguno durante muchos años, por lo que son imperceptibles aunque no dejan de ser perjudiciales para la vida de la persona.
En conclusión, la spinología no debería estar en esa lista. Cuando se aprobó en Cataluña en 2007 el decreto que regulaba las profesiones complementarias (que no alternativas) se nos preguntó, se nos hizo trabajar para explicar que era lo que ejercíamos, con que seguridad trabajábamos, que estudiábamos, como atendíamos a la gente...en definitiva, se hizo lo que se tenía que hacer para conocer y regular.
La aventura iniciada por:
- políticos del mismo partido que ahora confunde y desestabiliza a la gente con esta campaña:
- y por el Institut de Estudis de la Salut, con varios doctores en medicina al cargo.
Tras 4 años, el decreto se anuló a instancias del Colegio de Médicos y de Fisioterapeutas y todo se fue al traste. De nuevo, con lo intereses creados nos hemos topado, con le maldito dinero y la codicia.
Lo que pasa ahora es más de lo mismo, pero en spinología estamos tranquilos porque de mayores no jugamos a médicos o a terapeutas, es que no lo somos.