Powered By Blogger

Spinología, desde 1981

Bienvenid@s al mundo de la spinología, una forma de vida y una profesión especial

Spinologia - In touch va a ser la nueva vía de conexión entre todos los que tienen algún tipo de relación con la spinología. Spinologistas, usuarios de spinología, amigos, familiares y toda aquella persona que desee acercarse a conocer los detalles de esta filosofía de vida y profesión especiales.

Este blog está enlazado a www.spinologia.com


sábado, 6 de julio de 2013

¡COMO PARA NO FIARSE DE TU CUERPO!


Supongamos que estamos sentados, quietos. Nuestro corazón late a una determinada frecuencia, regulado por nuestro cerebro. En el momento en que nos levantamos, los músculos de nuestras piernas necesitan más oxígeno y un mayor suministro de sangre. Llegamos tarde a una cita y corremos como locos para alcanzar el autobús, lo perdemos y tomamos un taxi. Nuestro cuerpo va a necesitar mucho más oxígeno y más sangre todavía. Nuestras piernas no tienen forma de comunicarse con nuestro corazón para decir “bombea más sangre”. Nuestras piernas envían señales a través de los nervios al cerebro. El cerebro entonces, procesa toda la información necesaria: cuán rápido queremos correr, lo plano o no que está el suelo, cuánto peso corporal se debe mover, cuánta nutrición hay en nuestro flujo sanguíneo en ese instante. El cerebro hace infinidad de cálculos complicados en medio segundo. Una vez hechas sus evaluaciones y tomado las decisiones, comienza a organizar las cosas. Envía impulsos a través de los nervios al corazón para incrementar su velocidad de latido. También envía impulsos a las glándulas suprarrenales para producir adrenalina, la cual altera la función del corazón. Envía impulsos a los pulmones para que aumenten su frecuencia respiratoria para que la sangre transporte más oxígeno. Puede comenzar a fabricar más glóbulos rojos cuando se necesiten o más plaquetas, necesarias para realizar la acción de correr. Podríamos necesitar aumentar el nivel de glucosa del flujo sanguíneo para suministrar la energía por la cual los músculos se contraen. Para producir más glucosa, el cerebro tiene que enviar más impulsos a través de los nervios al hígado, donde se almacena el glucógeno. Estas son reacciones químicas complicadas que convierten glucógeno en glucosa liberándola en el flujo sanguíneo. Se crea la cantidad justa de insulina necesaria para metabolizar la glucosa para que pueda ser utilizada como energía por el músculo. Estos músculos están funcionando, están quemando toda la energía. Pero como todos los motores trabajando y quemando combustible, despiden desechos. ¿Qué hacemos con el desecho? El desecho del músculo es ácido láctico y si no nos deshacemos de él, nuestros músculos van a tener un espasmo y sufrir un calambre. Por suerte, nuestro corazón, al aumentar su actividad, necesita más combustible. Adivina ¿cuál es el combustible del corazón?  El ácido láctico. Y a medida que los músculos desechen más, ellos desechan lo suficiente para que el corazón lo utilice y continúe su acción.

Ahora, se podría asumir que, o bien eso es sólo suerte o que el cuerpo es una brillante pieza de organización y orden. La verdad es que todo esto es dirigido por el cerebro todo el tiempo, sesenta segundos por minuto, sesenta minutos por hora, veinte cuatro horas por día, mientras estemos vivos. El cerebro opera de veinticinco a treinta cuatrillones de funciones simultáneamente y esa es sólo una función del cerebro. El cuerpo necesita energía del cerebro para funcionar. Y la única forma de que las partes del cuerpo obtengan la energía del cerebro es a través de esas redes nerviosas que se originan en la médula espinal. La médula, para funcionar sin problemas, está protegida por los huesos de la columna. Los spinologistas están profundamente comprometidos con el bienestar del cerebro y la médula espinal porque este órgano es el coordinador físico de toda actividad de nuestras vidas.

Extrído de Spinología, el libro, Capítulo 2 (en preparación)